El día que el Zaragoza escandalizó el Bernabeu
Como el Zaragoza nunca caminará sólo, más allá de lo que quieran sus ineptos jugadores de la actualidad, y como nunca lo hizo, me apetece relatar lo que fue mi primera aventura con el Real Zaragoza fuera de la que fue, es y será (que no joder, que parece que ya hay consenso) su casa, el Municipal de la Romareda.
Porque yo estaba allí, el día que el Zaragoza escandalizó el Bernabeu. Aquél día el Madrid sufrió la peor derrota casera desde hacía 25 años. Fue el 4 de diciembre de 1999, en puente de la Inmaculada y la Constitución. Tenía 9 años.Yo tengo unos primos en la capital (Editorial Páginas de Espuma....no es publicidad eh:) ) y mi padre decidió que fuéramos al partido. Llegamos a Madrid hacia la hora de comer y después visitamos el Museo de Cera, que en cada visita a Madrid es de obligatorio paso para un servidor (que friki). No recuerdo la hora exacta del partido, pero era o a las 19:00 o a las 21:00. Quedé con mis primos (más mayores y madridistas los dos) en la estación Santiago Bernabeu del metro. Nos costó encontrar el asiento, y al final nos fuimos a la última fila, en el más alto gallinero donde el vértigo es la sensación dominante. No lo sabíamos, pero una sorpresa nos deparaba la grada. 5.000 zaragocistas, en el viaje más multitudinario que recuerdo sin ser una final copera, viajaron a Madrid para ver a un Zaragoza de Chechu Rojo al que se le silbaba pero se le quería.
Y el partido fue la historia. Ese 4 de diciembre de 1999 siempre será parte de historia zaragocista. Aquél día pasó de todo en el Bernabeu. Un seguidor que salta al campo, se planta en el área y levanta los brazos con el 0-3, Lorenzo Sanz que abandona el palco al descanso por "problemas estomacales", sillas arrancadas saliendo disparadas hacia un banquillo madridista en el que Del Bosque capeaba el temporal....Yo del partido, en lo que se refiere a imágenes guardadas en mi retina, recuerdo dos: la calva de Roberto Carlos y los 5.000 seguidores maños que gritaron al unísono: "Escándalo, es un escándalo". Era cierto. El Bernabeu, en toda su dimensión, estaba escandalizado. El Zaragoza bailó al Madrid en su propia casa. Pena que hasta el último día se le silbara a Rojo, con el Chechu vete ya. Pero si llegamos con opciones de campeonar (como me gusta esta palabra) hasta la última jornada en Mestalla....
Las alineaciones de aquél día fueron las siguientes. El Madrid formó con Bizarri, Karembeu, Karanka, Julio César, R.Carlos, Seedorf, Helguera, Guti (eterna promesa), Savio, Raúl y Morientes. En el Zaragoza jugaba la clásica de esa temporada: Juan Miguel García Inglés (Juanmi), Pablo, Paco (Paco Paco Jemez, Jemez), Aguado (Aeternus dux), Cuartero (recupérate capi), Martínnnn Vellisca (al loro con la ventisca, ha centrao Martín Vellisca), Garitano (dimisión), Aragón (coronación), Roberto el Toro Acuña, el Pichón de Rozes (Juanele) y Sagol, Sagol, Sagol, Milosevic. Entro Solana por Paco en el 20.
Milosevic se coronó como delantero inglés de carácter latino y profesionalidad balcánica. Marcó dos goles, y otros dos hizo Juanele en una de sus mejores noches. También marcó Garitano, con su zurda demencial. Así reza el zaragocismo, rememorando aquél momento: " Aquel partido fue la culminación de un equipo muy hecho, con gente que reunía calidad y mucho cuajo en la máxima categoría, un grupo muy trabajado que se movía con un alto grado de solidaridad y de sintonía sobre el césped, un conjunto donde un hombre tan difícil y tan brillante como Juanele parecía haber recuperado los estímulos de su no tan lejana juventud.
Ante un espejo semejante, palideció aún más el Real Madrid, a quien ningún otro rival se atrevió a apuntillar de una forma tan brutal. El equipo merengue se desplomó de manera vergonzosa, abocado a un desastre que pudo tener incluso mayor envergadura. El Zaragoza firmó su certificado de defunción futbolístico."
" Lorenzo Sanz no se marchó por culpa del frío, sino por el fuego que le quemaba por dentro."
" Tras el partido, hasta la sala de prensa llegaban los gritos de los cerca de 5.000 aficionados que esperaban en la puerta 60 la salida de su equipo. Salió Seedorf, jugador madridista, para decir que el de ayer había sido «el día más triste» de su carrera en el club blanco. Y se saltaron los plomos y se fue la luz. "
" Un 4 De diciembre cualquiera, si se mira bien, pero un 4 de Diciembre mágico, si se mira mejor. Al menos para el zaragocismo"
" Este es el vídeo del 1 - 5 a la opulencia, la soberbia y la arrogancia. Y sí, mi piel todavía se estira ante el tesón de quien no tiene sino fe, gallardía y honor: el Real Zaragoza y quien lo ama. Tú, nosotros."