Inolvidable
No hay mayor alegría en este mundo que disfrutar de lo que quieres y con quien quieres a grandes dosis. Quizás sea Aragón una de las tierras más prolíficas en cuanto al culto al balonmano. Hoy ha sido el Día Nacional de este deporte, que, para nuestra desgracia (aunque no tanto) se ha celebrado de manera especial en Alemania. Pero hemos vivido tres encuentros asombrosos, tres formas diferentes de afrontar un partido, tres estilos de juego tan válidos como entretenidos. Todo un lujo difícil de olvidar para los amantes del balonmano.
Y llegó de la mano del genio sueco Dalibor Doder. El pequeño central se subía una y otra vez a la escalera para superar la rocosa defensa alemana. Bielecki y Abati no eran tan determinantes como en la ida y al descanso se llegó 11-10. Pero la segunda parte tuvo dos nombres propios: Heinevetter y Thazyick. El portero alemán fue una pesadilla para los pivotes naranjas, así como en los lanzamientos de 7 metros. Sin embargo la muñeca de Amadeo Sorli apareció cuando lo pedía el partido y el CAI mantuvo el tipo. Lo hizo hasta el minuto 50. Ahí apareció el experto central polaco, quien con sus 3 goles consecutivos dilapidó cualquier opción de los aragoneses. Aún con todo, es digna de admiración la actitud de todos y cada uno de los jugadores de la plantilla maña. Dos años en ASOBAL y una final europea...
El Kiel tuvo el mando durante todo el encuentro. Karabatic y Zeitz se pusieron las botas desde los laterales, mientras Vranjes y Lijewski eran los únicos en mantener en tipo por parte de los de Andersson. Omeyer empezó su show, aquél que llevó a Francia donde la llevó. Con un portero así no necesitas mucho más. Sin embargo poco a poco se repuso el Flensburg, pese a la expulsión del tosco Boldsen. Así se llegó a los dos minutos finales con dominio del Kiel de 3 goles. Marcó Lijewski el 28-26. Le tocaba atacar al Kiel. Sin embargo no dirigió el joven Kim Andersson como debía el ataque. El Flensburg recuperó la bola y al contraataque gol del Flensburg tras roja a Zeitz por placar a un rival. 28-27 a falta de 30 segundos. El Kiel con 4 jugadores de campo únicamente. Defensa a ultranza de los visitantes que estaban a un paso de forzar la prórroga. Tiempo muerto del Kiel. Y, avisados de pasivo, conpresión, con todo lo que quieras...el Kiel fabirca una jugada maestra y pone la sentencia en el marcador. Justos campeones, y coronación de dos históricos: Andrey Xepkin y el gran Stefan Lovgren.
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