Riis, un ejemplo de ciclismo ofensivo
Está claro que el título es pura ironía. Pero es que lo que pasó ayer en el Tour es una ironía, es algo inexplicable. Y lo es más, cuando los perjudicados son dos españoles. El equipo dirigido por el ex-ganador del Tour, Bjarne Riis, el CSC, ha metido en la carrera a Pereiro en Montellimar y a Landis en Morzine. Muchas ayudas son esas para ganar un Tour. Lo peor de todo es que tienen al hombre más regular durante la carrera, pero finalmente se tendrán que conformar con un podio. Lanzo una pregunta para los especialistas, ¿y si Basso fuera el jefe de filas hubiera pasado esto?
Porque lo de ayer es surrealista completamente. El americano Landis, al que le vino una pájara de las grandes en la etapa del día anterior, lanzó un ataque en equipo a 130 kilómetros de meta. Se fue solo, sin ayuda. Como a Illes Balears en principio no les preocupaba decidieron poner un ritmo normal, velocidad crucero. Se esperaba que tanto Telekom, como Rabobank, como sobre todo CSC, se pusiesen a tirar con un par de hombres cada uno. Entonces Landis estaría controlado, y su diferencia hubiera sido mínima. No fue así.
Y cuando la diferencia ya estaba en 9 minutos, a Riis le vino la idea de ponerse a tirar. Pero no creais que puso los 4 hombres que tenía, más Sastre. No. Con Vandevelde y Voigt bastaba en su opinión. Recortaron la diferencia, pero no fue suficiente. Landis tiene el Tour a un pasito. Un pasito que el día anterior eran 200 kilomteros, pero que Riis decidió convertir en 57 que dura la contrarreloj.
De todas maneras digna de elogiar la actitud de Pereiro defendiendo el maillot y de Sastre atacando una vez más. Pero sobre todo, debemos elogiar un etapón de Landis como en los 80. La etapa pasará a la historia como el día de Landis y como el día en que Riis debería ser expulsado de su equipo.