Saludos, abrazos
Bueno, pocos quedarán de mis visitantes clásicos por la blogosfera. La verdad es que uno con el tiempo se da cuenta de lo mucho que sirvió esto para su desarrollo personal, de lo mucho que sirvieron las influencias de los amigos blogueros. Y no me refiero al tema deportivo, me refiero a cosas de índole personal, a un sentirte satisfecho por hacer feliz a otras personas.
No sé porqué me ha dado por revivir aquellos momentos. Era tres años más joven, y aunque sigo siendo un pippiolo, nada será como antes. En mi despedida os dije que era plenamente feliz, que no tenía tiempo que llenar ni lamentos que contar, no tenía vacíos espirituales ni altibajos sentimentales. Vosotros, los de siempre, os alegrasteis por mí.
Por eso, he sentido la necesidad de contaos que sigo igual. Aunque 300 kilómetros separan el amor de mi vida de mí, nuestra relación es dura como una roca. Ya van 2 años de noviazgo, y espero que se transformen en una larga vida que nos queda. Curso 2º de Filología Inglesa, aunque como todos sabeis, soy un adelantado (sí, sigo echándome flores), así que ya me he lanzado con 2 asignaturas de 3º. Todo va genial. ¿Qué más? Pues me he iniciado en el mundo deportivo, concretamente en los banquillos. Manejo un equipo Benjamín del St.Casablanca. El año pasado fue difícil, pues el equipo era flojo y los entrenadores inexpertos. Pero este año llevamos un bloque majo y esperamos pasarlo bien y sacar resultados.
El Zaragoza sigue y seguirá siendo por siempre mi equipo. En el banquillo tenemos un estratega increíble como Marcelino que nos subió y nos mantendrá. Estoy seguro. Mimbres no hay demasiados, pero el tejedor es el mejor que hay en el momento.
Espero de verdad que todos os vaya bien, que no hayais cambiado, porque todos erais fantásticos, y que la vida os siga sonriendo. Un abrazo.