30 de agosto de 2008

La importancia del resultado

"Fútbol es fútbol", "no hay rival fácil", "hay que estar concentrados". Tópicos típicos, redundancia diría el amigo Pancracio Celdrán. Pero en el deporte no hay tópico más sumamente genial como que gana quien más mete ( y ojo a los malpensados, que ganaran en otro asunto...). Estirando esta afirmación, podemos concluir, sin miedo a equivocarnos, que quién más resultados positivos coseche más fama adquirirá. Da fe David Moyes, mánager del Everton, en las 3 primeras jornadas de la Premier.

2 derrotas en casa, 6 goles encajados en dichas dos derrotas...contrastan con el buen papel de años pasados, donde el Everton luchaba por Champions. No ha pasado mucho, cierto es, y este artículo quizás pueda pecar de la precipitación de estos nuestros queridos Medios, pero la sensación que da el segundo equipo de Liverpool (dedicado a todos los Reds) es bastante preocupante.

Mediocampistas defensivos para contrarrestar el vacío, laterales que profundizan sin claridad alguna, delanteros con movimientos chocantes y desmarques tibios y centrales reconvertidos a coladeros nacionales. El Pompy (ojo que este post empieza a pasarse de claro a oscuro) ha dejao en calzoncillos (calentorro calentorro) al bueno de David Moyes, que, cariacontecido, ha presenciado un querer y no poder, penalti fallado incluído, mientras sus únicas soluciones rozaban el bochorno y el descalabro. Bien hará Moyes en replantearse la posición de Lescott, la de Jagielka y la de Arteta. Así conseguirá resultados, la madre de la fama que el Everton ha rondado todo este tiempo.