Un tobogán y unas sensaciones

Desde un lugar tranquilo se pueden observar las cosas de un modo distinto al de la ciudad, y eso que Zaragoza ayuda y mucho a la hora de pensar las cosas con tranquilidad.

Pero nuevamente hemos sido víctimas del intento de algunos por hacernos creer que Guti es el mayor talento español poco menos que de la historia. Sinceramente, el 14 tiene sus momentos, que vienen a ser más o menos de la misma frecuencia que las lluvias en los Monegros. Más bien asemejamos un buen partido suyo a un milagro de los Dioses del Olimpo que a una historia veraz y común. Mientras no pasen al menos 3 o 4 siglos, volveremos a tener un Guti desaliñado en el juego y rasgado fuera del terreno. Pero excusado...."aquél partido contra el Lokomotiv"...como un tobogán, que para los suyos siempre está en lo alto, pero que acaba con el culo al aire para los que ya le conocen.

Mientras en Pinilla, en el primer duelo de primeras que se vio en la pretemporada, el Real Zaragoza y el Villarreal midieron fuerzas de desigual forma. Los maños tienen a los sudamericanos disfrutando del frío invierno de allá, y los castellonenses se vistieron de domingo con sus mejores galas. Según cuentan las crónicas, aprovechó Guille Franco un desierto en el área, producto quizás del poco entendimiento de la zaga aragonesa, para debatir entre sus soluciones y elegir la adecuada: el gol.

Ahí, cuando el descanso se ofreció y Matuzalem ingresó, el Zaragoza empezó a enseñar detalles de lo que será y no es, y Generelo enchufó una volea marca de la casa para destapar el tarro del buen fútbol y, hasta que un apagón lo permitió, el duelo no durmió y sí entretuvo, a base de buen ritmo, ocasiones y emoción. Todos contentos, y el Villarreal vencedor en penaltis. Da la sensación de que son dos de los alumnos más aventajados en un curso que, para ellos, promete buenas cosas.


P.D: Aquí sigo, en la playa y con el gusanillo, dispuesto ya a observar las evoluciones del tobogán ante un PSV bonito y fastuoso, donde juegan dos futbolistas enormes: Carlos Salcido y Affelay. Pero vamos, que con Ballack al lado...ni punto de comparación.