Domingo de ensueño

Gran día en lo polideportivo para España. Con tres nombres propios como Alberto Contador, Fernando Alonso y Rafa Nadal, y una selección de baloncesto que puede devolver al basket femenino a cotas altas. Y además, con el perdedor Sergio garcía y un Dani Pedrosa demasiado lastrado por su moto.

Empezando por el Tour, Contador hizo lo que debía, seguir a Rasumssen, y cuando vio que ya no iba a poder soltarlo, le disputó la etapa, se la ganó, y ya es segundo tras el fallo táctico de Evans. Y mientras, por el camino, cayeron un lamentable Moreau, un desfondado Vinokourov, el sobrevalorado Mayo, y los hombres de Unzué, que estoy convencido que hoy van a ser jueces del Tour.

La F1 fue una auténtica locura, que al fin y al cabo es lo que neecsitaba este deporte. Lluvia, sol y otra vez lluvia. Ahí Alonso se desenvolvió de manera formidable, grúas de Hamilton aparte. Sin embargo el asturiano todavía nos tenía reservada su actitud de gilipollas apoyada por el calvo de Telecinco. Primero enseña la marca del toque con Massa, y cuando el brasileño le va a pedir explicaciones, Alonso se pone a chapurrear italiano. No aprende.

Nadal a lo suyo. En tierra no hay quien le gane, aunque juegue con una pierna. Le dio un baño a Wawrinka cuando se lo propudo, otro torneo al canto, y ahora a citarse con Federer en Montreal. Ahí será donde evaluemos sus posibilidades en EE.UU y en el Masters.

Y Sergio García también. No supo ganar el Brtish ni agarrarse a la oportunidad de su vida. Falló cuando no debía y eso le condenó, para mofa de los británicos. Otro que no aprende a separar prensa con realidad. Mucha fama, poca gloria. Como la Kournikova.

Pedrosa sobrevivió en Laguna Seca a una carrera que nunca fue buena para él. Un quinto puesto que sabe a poco, pero que le sirve para seguir aprendiendo. Ahora vienen unas carreras que le gustan, y quizás pueda recortar con Valentino y Stoner.