Ataque de celos

¿Quién apasionado del fútbol todavía no ha visto el gol de Leo Messi ante México? Absolutamente nadie. Leo dibujó una parábola excitante, un ataque profundo al alma del buen aficionado, un grito de guerra estilista....y lo hizo para hacer posible la final que todos deseaban en un encuentro que apuntaba a más y se quedó en menos. Messi hizo posible el Brasil - Argentina, la rivalidad de los pueblos, la diversidad de estilos, el buen entrenador contra el mal entrenador.



Unos pocos países más al norte, en Canadá, y más concretamente en Toronto, tierra de rascacielos y de los Raptors, Argentina se jugaba el pase a los cuartos ante una Polonia siempre ordenada en el sub-20. Quizás la parábola de Messi llegó tan arriba que sobrevoló los rascacielos. Lo malo y lo bueno es que cayó en el terreno de Toronto. Esa bola, esa herencia del golazo de la "Pulga" la enganchó Sergio Aguero para, en un intervalo menor a las 24 horas, dibujar otra obra de arte que hubiera firmado el mismo Picasso.



Cuando Polonia se había adelantado por medio del gran Janczyk, cuando Argentina había empatado para llegar al descanso por gracia y suerte de Maxi Moralez y Di María culminando la jugada del de la Academia, justo cuando el hondureño decretó el inicio de la segunda mitad....a Aguero le cayó una bola en el área. El control fue malo, le hizo quedar de espaldas a la portería. Pero el defensa polaco salió, Aguero le hizo el sombrerito dándole la espalda, se giro rápidamente, y engancho un zurdazo cruzado imposible de atajar. Era el grito de solemnidad, lo dirigía a Messi. Cuando sean compañeros....

Y aún tuvo tiempo el Kun para ampliar su cuenta. Se puso nervioso el chicod elante del portero. Hasta 3 segundos le aguantó parado y el otro de pie. Así hasta que tiró el amago, se fue para un lado, y sentenció el choque. Por el Kun, por Messi, por una Argentina de futuro que asusta, por el Coco y por Tocalli, dos entrenadores que sí hacen jugar a Argentina...por su herencia en España. Lo cierto es que el fútbol argentino (que no su liga) goza de una salud envidiable.