El partido (II)

Igual que los dualistas, desde Platón hasta Aristotéles, defendían el dualismo en la materia que comprende el estudio de la materia y el cerebro, yo me permito defender el dualismo en el interior de Pablo Aimar.

Pecando de subjetivista podría decir que Aimar aglutina capacidad física (más por la técnica que por la propia forma de su físico) y capacidad intelectual, lo que le permite mejorar la primera y diferenciarse de la mayoría de sus semejantes. Puede parecer algo tan inútil en el fútbol, pues olvidamos que ser futbolista no es sino una profesión más, y como tal, será experto en su ejercicio aquél que más capacidad (de toda índole) posea. Ahí Aimar le da un baño a todo individuo que se acerque a él.

Enfrente otro cerebro, aunque utilizado de otra manera. Jose María Gutierrez, Guti, tiene una capacidad maravillosa: ver huecos donde nadie los ve. A priori relacionaríamos dicha capacidad con la actividad cerebral, teoría que se nos viene abajo cuando suelta absurdeces contra quienes le pagan o simplemente contra quien le entrena. En sus mensajes tiene razón (hablando de Luis), pero como la capacidad linguística no está igualmente desarrollada entre todos los individuos....digamos que Guti es del montón.

Fernando Gago también es inteligente. Porque sabe posicionarse donde y cuando debe. Contiene la furia propia de su joven edad y lo hace partiendo desde el respeto al colectivo. Absorbe las críticas de manera adecuada y permite regodearse a sus aficionados con su probable progresión (en todos los sentidos). Le falta entretener, que es lo qu le pide su afición, pero el lo asume y no se crispa. Tipo inteligente el Pintita.

Pero todo lo expuesto anteriormente, basado en tres ejemplos, se nos viene abajo cuando analizamos "el partido". Porque, aún partiendo de la base que estos partidos los deciden los jugadores de verdad, con jugadas de verdad y detalles rompedores, la inteligencia cuenta poco. La rabia bien utilizada, la sed de victoria, las ganas de ganar...influyen mucho más que 11 cerebros bien montados. Por supuesto quien quiera ganar no deberá convertir su sistema en algo anárquico y sin forma. Porque ahí, el resultado es una lotería, un azar del destino, y ninguno de los dos está como para tentar a la suerte.

Los verdaderos gladiadores aparecen en partidos como éste. Hablamos del odiado antes e integrado ahora Emerson. Hablamos del desequilibrado desequilibrante D´Alessandro. Hablamos de la raza aragonesa ejemplificada en Alberto Zapater. Hablamos de Guti y Beckham en su faceta más guerrera, sin despreciar sus destellos de calidad, y sin hacer excesivo alarde de la fuerza. Porque si bien ya hemos instado a los problemas de Guti en la dialéctica, no es menos inconveniente el conjunto de cortocircuitos que se suceden en las mentes del inglés y el madrileño en momentos clave. Cuidado con ello.