El último mohicano

El proceso de italianización sufrido por el Valencia hace un par de años dejó una serie de tenebrosas secuelas en el club valenciano. Quien olvida los desastres de Di Vaio, Fiore, Corradi...o el útlimo y más reciente de Francesco Tavano. Dicho fracaso lo podemos atribuir a las notables diferencias existentes entre ambos futboles, que a veces incluso pueden parecer deportes distintos. Sin embargo, entre tanto descalabro, entre tanto sin sabor que dejaron los italianos, que ni siquiera ayudaron a la unión del vestuario, creando sus propios ghettos, encontramos al último resistente, a un hombre que sí se ha consolidado en el Valencia con un rendimiento muy aceptable. Hablamos de Emiliano Moretti.

Moretti adquiere desde que llega a Valencia la faceta de "comodín". Se convierte en un tapagujeros, alguien capaz de suplir a un compañero en cualquier situación. Sin embargo, poco a poco se va haciendo con la vitola de titular, y hoy, aún con la recuperación de Del Horno, es un estandarte importante del conjunto de Quique.

El italiano es capaz de actuar en el lateral izquierdo y en el central. Personalmente lo prefiero en una banda, pues aunque carece de mucha potencia para subir, se convierte en un muro defensivo. Teniendo en cuenta que Miguel ocupa el lateral derecho, con los riesgos tácticos que ello conlleva, está bien compensarlo con un hombre defensivo puro. Por eso Moretti, sin ser una estrella, ni siquiera un gran jugador, es un buen hombre de equipo, de esos que todo entrenador quisiera tener.

El show de Baron

Volvían los Warriors a Oakland con la necesidad imperiosa de recortar distancias ante los Jazz. La grada del Oracle se vestía de amarillo, con el ya famoso en la NBA "We Believe". Y los guerreros han salido con la careta bien encajada y han dado toda una lección de baloncesto a los Jazz de Sloan.

Pero el partido se ha convertido en el show particular de Baron Davis. El auténtico merecedor del MVP en estos play offs, se ha vestido de mago, y, sin que sus estadísticas sean nada del otro mundo (32 puntos y 9 asistencias), ha hecho tres jugadas de las que hacen época. La primera ha sido una canasta a aro pasado en la cara de Okur. El turco se ha quedado anonadado de lo que le había pasado. La segunda, una canasta con giro de 360 grados. Y para terminar, un mate (Baron David mide 1.90) en la cara de Andrey Kirilenko. El ruso se ha quedado más blanco de lo que ya es con el portentoso mate del jugador franquicia de los Warriors.

Personalmente, se me salen los ojos de mi sitio cuando pienso en un posible enfrentamiento Warriors-Suns. Difícilisimo, pero no imposible. Sería un homenaje al baloncesto....