El infierno llama a la puerta

Entramos en la fase decisiva de la Liga, cuando las alegrías contrastan con las decepciones y los resultados adquieren un carácter de suma importancia. Por arriba, la bella damisela y la robusta muchacha pugnan insistentemente por alcanzar el triunfo, que supondría un cambio trascendetal en ambas bellezas. Por abajo, varios equipos luchan por evadir el sufrimiento, que día a día se acerca más y amenaza cruelmente las casas de madera por ellos construídas.

Por orden cronológico, empezaremos por el Betis-Nástic. Los de Luisito quieren corroborar su salvación, tras un aliento inesperado que les infundó el gol de Sobis en el Camp Nou. Enfrente un Nástic que ya le ha abierto las puertas al infierno, pero que puede ser juez decisorio de sus acompañantes.

Dos horas después, en la Romareda, el Real Zaragoza recibe al Athletic. Los bilbaínos llegan necesitados al Municipal, aunque las derrotas de sus rivales la jornada pasada le dan algo de respiro. Sin embargo no deben confiarse los de Mané, pues su línea defensiva se empeña en seguir sufriendo, y el calendario que le espera le enfrenta a sus rivales de manera directa.

El domingo será el Ciutat de Valencia el que acoja otro partido de una importancia suprema. Visita el estadio valenciano el Osasuna, que si pierde se podría meter en problemas tras la dura derrota sufrida el pasado domingo ante el Villarreal. Batalla por los aires en la que cobra especial importancia el mediocampo levantino. Ojo con Osasuna.

Pero la batalla de las batallas se librará mañana en Anoeta. La Real recibe al Celta. Dos equipos empatados a puntos. El que pierda le estará sirviendo el café al infierno, y el que gane, si consigue una ayudita de Zaragoza u Osasuna, tocará la salvación con sus manos. Se enfrentan un sistema amorfo contra una lírica apagada. El 4-4-2 de la Real, con la necesidad de la aparición de Savio y Xabi Prieto contra la técnica de Cannobio y sus secuaces, difuminada desde la marcha de Vázquez, aunque ya entonces resentida por la falta de gol. Uno de aquellos partidos en los que la victoria vale 6 puntos y una puerta blindada de aquí al final de Liga.


P.D: Bueno, he estado algo desaparecido, pero apenas he pasado por casa en los dos últimos días. Prometo ponerme al día en vuestros posts.