Maltrato injustificado

Circula una anécdota por las esferas cultas futboleras que paso a relatar. Resulta que un día Fernando Signorini, preparador físico de Maradona le preguntó al doctor Rubén Oliva, quien había tratado al 10 durante mucho tiempo:

- Doctor, ¿cómo tengo que entrenar a Maradona?

- ¿Vos viste alguna vez entrenarse a un gato?

- No...

- Y bueno, Maradona es como un gato. Con que se alimente y descanse es suficiente para que sea el mejor.

Pues bien, yo soy de la opinión del amable Doctor. Es decir, el talento se tiene, no se consigue. Pero mantener algo suele ser más difícil que conseguirlo. Tratándose del talento, se corre serio peligro de pérdida, y por ello debemos tratar de protegerlo.

Y me direis, ¿a qué viene todo esto?, ¿le están afectando los partidos al pádel con Aznar? Pues en parte sí. Resulta que anoche, el futbolista de moda volvió a marcar, esta vez de penalti en la FA Cup. Pero el virtuosismo magestuoso y su tendencia a devolver el precio de las entradas le jugó una mala pasada a Ronaldo. Y es que los defensas del Boro se emplearon con dureza ante la sutileza del portugués. Fue como si te cae un ladrillo en la cabeza en medio de un paseo por los cielos junto a los dioses del Olimpo.

Otro caso de maltrato al talento natural de algunos futbolistas, por cierto, algo escaso, es el tema de Robinho. Una noche en el Carranza los aficionados madridistas atisbaron una gota de calidad en el desierto, pero entre todos se han encargado de acabar con el genio de Robinho. En realidad, como decíamos antes, el talento no se puede fulminar, pero sí reducir. Y a uno, que otra cosa no, pero partidos de fútbol ha visto, le hace daño el recorrido que tiene que hacer el ex del Santos hasta llegar a su territorio natural: la línea que dividide la guerra de trincheras y el sitio donde los delanteros son intocables.

Yo lo compararía con un jefe de filas en el ciclismo en una etapa que acaba en alto. Lo que no puede hacer el líder es esprimirse a lo largo de toda la etapa. Llegará fulminado al puerto final. Sin embargo, si sus compañeros (en este caso el entrenador) le llevan hasta pie de puerto, en caso de fracaso, la culpa tendrá un único responsable. Pero primero hay que probarlo.

Fuente: "Anécdotas del fútbol" de Carlos Toro

P.D: Me interesa vuestra opinión. Antes debo declararme pro Robinho y pro Cristiano. Lo digo por si no se había notado.....

ACTUALIZADO

Bueno, pues esto es el Real Zaragoza. Algunos os echareis a reir, otros lo vereis con indiferencia, y otros lo sentireis. Yo me siento orgulloso de ser lo que soy.