El disfraz

Un día, un enorme comentarista pronunció la célebre frase: "Hoy, Dios se ha disfrazado de jugador de baloncesto" en referencia al más grande, al 23 de los Bulls, a Michael Jordan. Para muchos, ese disfraz ha cambiado de manos, y está guardado en los bastidores del Staples.

Resulta que Dios ahora se llama Kobe y juega en los Lakers. Porque Kobe acaba de encadenar esta madrugada 4 partidos consecutivos con 50 puntos o más, algo sólo conseguido por un tal Chamberlain....Primero fueron los 65 a Portland. Sergio Rodriguez, de espectador de lujo. Después vinieron 50. La anterior madrugada, fue Gasol el que sufrió los 60 de Kobe, pese a los 35 del de Sant Boi. Esta madrugada, otros 50. Jugón.

Y además lo de hoy se sitúa en una esfera especial. El partido se jugaba en Nueva Orleans, ciudad sacudida por el Katrina. Los Hornets residen ahora en Oklahoma City, pero de vez en cuando vuelven a Nueva Orleans. Los billetes estaban agotados desde hacía un mes. Pero nadie sabía de las circunstancias. Porque era un posible regreso de Stojakovic para los locales. Y sobre todo, porque Dios jugaba. Y el Katrina volvió a arrasar Nueva Orleans. El Katrina metió 50, y la historia cambió. Dios así lo puede hacer.

En el Bernabeu se necesitan disfraces

Y mientras Kobe hace lo que quiere, las chicas de la sincro ganan medallas sin parar y el bueno de Checa vive su día de gloria, previo a la segura caída de la carrera, el Bernabeu acoge hoy el partido de la selección.

Señores, nos jugamos la Eurocopa. Y para conseguir batir a Dinamarca, necesitamos once hombres, sí, neecsitamos una afición, también, pero, sobre todo, necesitamos jugar al fútbol. Los amistosos los hemos ganado ante rivales de entidad, pero este es el partido. Este es el que hay que ganar. Y si las cosas van mal....llamemos a Kobe.