Diario de un caísta: por los pelos

Amigos, casi digo adiós a la bloggosfera tras el día de hoy. Bueno a la bloggosfera, a los cojines del sofá, a la lámpara de al lado del sofá y a no sé cuantas otras cosas.

Lo de hoy ha sido lo típico. Eso de que estás viendo el Zaragoza y escuchando la radio. Y mientras la escuchas oyes, cuando conectan con Hungría, que empiezan a caer y caer los goles. Y tu encima no puedes hacer nada. Ni protestar a los árbitros.

La primera parte, según cuentan ha sido buena. Como la de los húngaros aquí. Total, que al descanso nos hemos ido perdiendo de 3, pero con la sensación de que la eliminatoria estaba resuelta.

En el minuto 15 de la segunda, la ventaja era de cinco, y aún quedaba mucho margen, para que nos remontasen los 12 de la ida. Pero ahí ha aparecido la pareja bosnia, para excluir a Prendes y Arrhenius.

Los parciales siguientes eran preocupantes. 6 abajo, 7 abajo, 8 abajo.....y quedaban todavía 10 minutos.

Apareció Zaky para apaciguar un poco los ánimos. Doder hizo un gol que valía oro y nos ponía a 7. El entral húngario dio sus últimas zarpadas en la competición. Entre él y el lateral, se pusieron diez arriba.

El último minuto fue de sufrimiento, pero Pablo Hernandez paró un lanzamiento vital, que vale un pedazito de historia y un pase a cuartos de la EHF. 35-25 y volvemos a casa. Arregui, presidente de CAI y Asobal, debería plantearse hablar con EHF. Lo de los árbitros en Europa es indignante. Desequilibra a cualquiera.


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