Somos mejores, hay que demostrarlo

España afronta esta noche la primera final del campeonato. Y lo hace ante Francia, una selección venida a menos, pero que quiere mostrar al mundo entero que ni mucho menos está acabada.
Para este partido de octavos de final, Luis parece tener claro que va a introducir dos novedades con respecto a la alineación titular ante Ucrania y Túnez. Son Raúl y Cesc, que entrarían en lugar de Luis García y Senna.
Más allá de lo que cada uno tenga en mente ( cada uno somos un seleccionador distinto), no debemos crear debates sobre los que deben jugar, sino apoyar cada uno desde nuestros lugares a los que salgan a defender nuestros intereses.
La selección es el equipo de todos, y cuando llegan los grandes acontecimientos se demuestra. Miles de personas saldrán hoy a la calle para apoyar a "la roja". Pero, ¿tenemos opciones de derrotar a los franceses?
Por supuesto. Atrás queda la cantada de Arconada, el penalti errado por Raúl. Es verdad que Francia no se nos da bien, pero hay que mirar al presente, y este dice que a poco que España juegue como los partidos atrás, Francia caerá a nuestros pies.
La clave: cerrar cualquier vía para que lleguen balones a Henry y Trezeguet (si juega). Si lo conseguimos tenemos la mitad del trabajo hecho.
Y es que un Francia-España no es un partido cualquiera. Porque a los franceses no les caemos bien: a Nadal lo detestan en tierras parisinas, a Alonso le tienen manía (acuérdense de la pegatina de Paris 2012), y a Feerrero le dijeron que se había dopado. Pero hoy vamos a demostrar que de España no se ríe nadie.