Sonrisas y lágrimas

Un sabor agridulce ha quedado tras las dos semifinales de Champions.
En la primera, un gran Villarreal cayó eliminado ante el Arsenal. Parecía que, tras el partido de Higbury, hacía falta algo más que buen juego para ganar al Arsenal. Pero no fue así. El equipo inglés no fue ni la sombra de lo que fue en su campo, y el Villarreal tuvo numerosas oportunidades para marcar en la primera parte, sobre todo en las botas de Forlán y Guille Franco. En la segunda, se desinfló el Villarreal. Pero en el minuto 89, llegó la jugada del sueño, la jugada de un pueblo, la jugada que describía un sentimiento. Penalti a Jose Mari. Un pueblo, es más, un país, levantado para forzar una prórroga. Román se dirigía hacia el balón. Enfrente un alemán frío, que no había encajado un gol hasta ese momento. Cogía carrera Román, avanzaba Román, tiraba Román....y paró Lehman. Después llantos de Llaneza, Guille Franco, y un Roig arrodillado. Se acababa el sueño amarillo.
La segunda tenía otro color. O más bien dos, el azul y el granate. El Barsa venía de ganar en la ida 0-1 en San Siro. En la primera parte perdonó Eto´o ante un Costacurta lento, muy lento. Dominó la primera el Barsa, pero la segunda cambió y el Milan cogió el balón. La jugada clave fue en el minuto 72, donde se anuló un gol a Shevchenko por presunta falta a Puyol, que claramente no existió. A partir de ahí, el Milan siguió intentándolo, pero no lo consiguió. El Barsa ya va camino de su quinta final y del que puede ser su segunda Copa de Europa.

P.D: Hoy queda el Sevilla, que se enfenta al Schalke 04 en la vuelta de las semifinales de Copa de la Uefa. 0-0 en la ida y eliminatoria bastante abierta.