Y es el mismo equipo, no se crean

El Atlético ha empatado esta tarde en el frío ruso a 3 con el Lokomotiv en una aparición estelar de Sergio Aguero. El ex del Rojo ha vuelto a maravillar con dos golazos, acompañándolos de buenas dosis de desborde, regate y pegada. El otro de los colchoneros lo ha festejado Forlán, culminando otra magnífica jugada ofensiva de un Atleti que pudo ganar de paliza, pero también pudo perder, si no es por la resolución fantástica al enigma propuesta por Kun.

El caso es que el Atleti ha estado hoy dividido en dos partes. La de atrás, débil e insegura y la de arriba, fugaz, vertical, vertiginosa y resolutiva. Las cualidades de ambos polos se han configurado de manera que el resultado, sin ser desfavorable a los de Aguirre, deja la impresión de que el Atleti hizo todo en el partido, y aún así no ganó.

Debe ser contraproducente para un tipo como Forlán, que la baja, la toca y desmarca ver como atrás, donde se hacen los equipos, el Atlético muestra unas carencias abordables pero quizás no solucionables. Con López a derecha, Pablo y Eller (mejor central de Brasil, recordad) de centrales y Pernía (cada día más calvo) en izquierda, el Atleti ha sufrido a balón parado las acometidas de los rusos, y a balón corrido la velocidad de Odenwingie, toda una pesadilla.

Está demostrado, y ya es eso mucho para el Atleti, que los colchoneros tienen este año el equipo idóneo para triunfar. El crecimiento de Aguero, la solvencia de Forlán, el juego por bandas, Raúl García comandando la nave desde el medio....quizás sean solo detalles que compensen la fragilidad que muestra el Atleti como un vaso que se balancea en la esquina de la mesa. Al fin y al cabo.....el del vaso es el destino del Atlético.